Viene bien observar en nosotros el efecto del apalancamiento y de obligarnos a la operativa en plazos cortos (dos ó tres días).
En la fuerte caída de Enero-Febrero de este año (Ibex 12.250 a 10.000) nuestro índice disparó su volatilidad. Este dato nos debe dar idea de que muy probablemente no ha finalizado la caída (IBEX – HAGAN JUEGO SEÑORES)
Os dejo el vídeo en el que explicamos cómo interpretar correctamente la volatilidad.
A partir de ahí nuestra única preocupación sigue siendo la de qué va a pasar mañana e intentar aprovechar movimientos puntuales de 100 ó 200 puntos en el mejor de los casos, sin plantearnos nunca cuál puede ser la tendencia real que puede haber tomado el mercado a meses vista, y sobre todo si ese rebote no es más bien una buena opción para salir un poco más airosos de los valores que tuviéramos en cartera a medio plazo.
Nos ponemos cortos y si mañana sube ya está montado el cirio en nuestra operativa, «fíjate he perdido 200 puntos, y claro, como voy en futuros pues ya ves, me han roto la cara«. Y así hasta que el mercado nos barra por completo y dejemos la Bolsa de forma definitiva. Porque por mucho que intentemos especular no nos damos cuenta de que lo realmente imposible es nuestro planteamiento.
Durante el Curso de Bolsa explicaba, utilizando los conocimientos que se habían impartido, la razón por la que nuestro índice debía caer incluso aunque los índices americanos subieran. Poníamos el ejemplo del Ibex contra el Dow Jones.
Pero independientemente de que se haya asistido al curso o no, este movimiento de caída no se puede aprovechar, ni se podrá, si no nos damos cuenta de que no estamos preparados para trabajar en índices con fuerte riesgo (apalancados) y si no asumimos que esos 100 ó 200 puntos a por los que nosotros vamos en el futuro del Ibex o mini Ibex son un movimiento que llegado el caso nos lo hace en una hora y como no seamos unas máquinas operando nos deja completamente fuera de combate.
Es bonito seguir el mercado al minuto, pero una cosa es seguir el mercado de cerca y aprender al máximo de ello, y otra obligarnos a operar en plazos cortos salvo que tengamos mucha experiencia. Y uno que tiene os puede asegurar que a la larga tampoco merece la pena aunque tengas la experiencia.